Cómo consumir chía
Las semillas de chia son
fáciles de digerir, sus nutrientes son rápidamente asimilados por el
organismo. La forma más común de comer chía es mezclando las semillas
con agua, zumo o algún alimento líquido, pudiendo absorber muy rápidamente
en menos de 10 minutos una gran cantidad de líquido entre 9-12 veces su
volumen.
Se formará un gel que puedes agregar
a los batidos, mezclar con aliños de ensaladas, postres o simplemente tomarlo a
cucharadas. Para hacer la receta del gel mezcla 1/3 de una taza de semillas más
2 tazas de agua y remueve. Lo puedes almacenar en la nevera y utilizarlo cuando
quieras.
Si mezclas las semillas con agua y
agregas el jugo de un limón y azúcar puedes hacer una bebida conocida en México
y América Central como "chia fresca".
También puedes añadir a ensaladas los brotes
tiernos de semillas de chia, son fácilmente digeribles y cargados de
vitaminas y minerales. O puedes espolvorear las semillas directamente sobre las
ensaladas o añadirlas a los cereales o lácteos, o molerlas para agregar a
batidos, sopas, etc.
Uno de los últimos descubrimientos de
la industria panadera es el potencial de las semillas de chia como ingrediente
en productos de panadería. "Las muestras adicionadas con chia
aumentan el contenido de proteínas, lípidos y fibra dietética del producto
final", destaca la investigadora Monika Haros del Instituto de
Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC).
Para obtener los mayores beneficios
para la salud las semillas de chía mejor consumirlas en su forma
natural, en lugar de consumirlas en forma de aceite o suplemento. Como las
nueces, son bajas en grasas saturadas y no contienen colesterol, pero como
todos los frutos secos y semillas son más densos en calorías, por lo que es
importante consumirlas con moderación.
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